Difusión de Navidad a América
Sábado 25 de diciembre de 1937
Estoy muy contento de enviarte palabras de recuerdos para tu felicidad, progreso y paz, en este día bendecido para la humanidad, desde la capital de Gran Bretaña, que es renombrada por su hospitalidad. Deje al reinado de paz en sus corazones, entre sus familias, en la unidad de sus gobiernos, y en sus relaciones con otros pueblos del mundo. No hay ningún día de mayor gratitud y alegría para un cristiano que la celebración del cumpleaños de Nuestro Salvador Jesucristo.
En este día de felicidad, cada cristiano, meditando en la vida de Jesús y lo que él hizo por todos nosotros, tiende a olvidarse de las pruebas que él hace frente y la tristeza que rompe su corazón. Al mismo tiempo cada uno está inclinado a reducir al mínimo las pruebas y los dolores propios, de sus parientes, y de amigos y perdona a los que lo han afligido. Desde Nuestra niñez, Nuestros pensamientos íntimos han sido abrumados por el espíritu misterioso del profundo nacimiento del hijo divino, que es no sólo expresivo, sino también glorioso e inescrutable. De la misma manera, la reputación de alguien no importa, si el logro de alguien es grande o humilde, pesada o infructuosa, en el viaje de vida, el misterio de Belén domina nuestro espíritu.
Con el nacimiento del Hijo de Dios, un sin precedentes, un irrepetible, y un fenómeno por mucho tiempo esperado ocurrió. Él nació en un establo en vez de un palacio, en un pesebre en vez de una cuna. Los corazones de los hombres Sabios fueron golpeados por el miedo y la maravilla debido a Su Majestuosa Humildad. Los reyes se postraron antes de Él y lo adoraron. "Paz en la tierra, buena voluntad a los hombres". Esto fue el primer mensaje.
Cuando Él se sacrificó en la Gólgota por la expiación de nuestro pecado, Él rezó con Su último aliento por el perdón de los que lo habían torturado diciendo, ' Padre, perdonalos porque ellos no saben lo que hacen'. ¡La vergüenza venga sobre aquellos de nosotros que somos Cristianos y no seguimos el camino del Salvador del Mundo, cuya vida estuvo llena de la bondad, la humildad, y el martirio! Si nosotros viviéramos según las leyes él nos dio y seriamos dignos de ser llamados Cristianos, la paz reinaría sobre esta tierra.
Se suponía que los hombres, al igual que los ángeles vivos que sin cesar cantaran alabanzas ante el Dios eterno. Si esto hubiese sido así, los pueblos del mundo no habrían sido divididos a lo largo de las líneas de enemistad.
En verdad no hay razón legítima o buena causa que justifique la guerra. Era la fe no este espíritu fundamental que moró en hombres de los Estados Americanos y sus hermanos en otras partes del mundo que les permitió escribir los nuevos principios internacionales según las leyes de Nuestro Salvador. Los principios fueron abrazados para evitar las calamidades de la guerra y reconciliar las naciones grandes y pequeñas del mundo como una familia y colocar las discusiones que podrían surgir entre ellos por la ley apropiada y la justicia.
¡Bien, no hay mucho para hacer sobre esto! Aunque una red de gente sabia puede ganarse el respeto, esto es una verdad de la vida, que el espíritu de los malos sigue echando con su sombra sobre este mundo. Los arrogantes son vistos visiblemente conduciendo a su gente hacia el crimen y la destrucción. Las leyes de la liga de naciones se violan constantemente y las guerras y los actos de la agresión ocurren en varias ocasiones, y en vista de esto, un presidente honorable dijo recientemente que los principios de [el convenio de la liga de naciones], que fueron significativas para asegurar la paz y la seguridad de toda la gente, fueron pisoteados, y el foro de la paz por lo tanto fue interrumpido. La idea respetable en la cual [la liga] fue fundada fue hecha un objeto de la mofa. Los dos mil año de la vieja civilización cristiana fue amenazada con la destrucción. Si esto sucede, habrá una vuelta a los días del barbarismo, cuando el poderoso podría realizar sus aspiraciones en la voluntad. De modo que el espíritu del maldito no gane predominio sobre la raza humana que Cristo redimió con su sangre, toda la gente cariñosa de la paz debe cooperar para estar parada firme para preservar y promover legitimidad y paz.
La guerra no es el único medio para parar la guerra. Los hombres de buena voluntad, que totalmente reconocen sus deberes, deberían ser capaces, con la ayuda de todos los hombres libres, de prevenir la guerra y dar ayuda para la rehabilitación de todo los que fueron debilitados y dañados por la guerra, para proteger este diamante precioso, 'Paz'.
¡Gente de América! Te deseo una Feliz Navidad. Abogo por con ti para que recuerdes en tus rezos a toda esa gente débil y puesta en peligro que mires a las banderas de las naciones libres con confianza, esperando discernir la estrella que anunciará su seguridad de la paz y del futuro.
Extraido de:
Mi vida y progreso de Etiopía, volumen 2
Haile Selassie I
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